El Clasico 2025 radiografía de un duelo con dudas, fe y pizarra
Faltan días para que el Santiago Bernabéu vibre con el partido que paraliza al mundo y, sin embargo, el tono previo suena a incertidumbre y cálculo fino. El 26 de octubre, Real Madrid y Barcelona se miden en el primer gran choque de la temporada, y la antesala llega marcada por ausencias, regresos contra reloj y ajustes tácticos. En ese marco, El Clasico 2025 aparece como un examen emocional y estratégico a partes iguales.
La foto del momento en LaLiga y el peso del escenario
La cita promete ser el duelo más intrigante del curso hasta ahora, con el Real Madrid liderando la tabla con dos puntos de ventaja sobre el Barcelona tras ocho jornadas. Los pronósticos de las casas de apuestas favorecen por poco a los blancos, una corriente que reconoce el impulso competitivo del equipo de Xabi Alonso y la montaña rusa reciente de los azulgranas.
El Bernabéu, con su aura de grandes noches, añade una capa de presión. En ese teatro, cada detalle cuenta, desde el primer pase de seguridad hasta la última carrera sin balón. La confianza local se apoya en el momento liguero, pero la historia del Clásico recuerda que la emoción, a menudo, desordena los favoritismos.
La portería del Barcelona en vilo y la lección de compañerismo
La gran noticia del lado azulgrana se concentra en la portería. Joan García, titular desde su llegada veraniega, fue operado del menisco tras el triunfo en Oviedo y su recuperación se estimó entre cuatro y seis semanas. Durante días reinó el optimismo interno para apurar plazos, pero el propio guardameta despejó las dudas al explicar que su regreso no se producirá hasta noviembre, por lo que se perderá el Clásico. “Volveré en un mes, más o menos”, dijo, dejando al Barça sin una pieza que había impactado de forma inmediata.
En su ausencia, Wojciech Szczesny sostiene el arco y regala una historia que dignifica el vestuario. En declaraciones recogidas por MD, el polaco confesó que desea no ser necesario porque espera la vuelta de Joan.
“Espero que no me necesiten porque espero que Joan pueda recuperarse pronto. Sé cuál es mi rol esta temporada y mi mayor éxito será que Joan García haga una gran temporada. No hay competencia, no hay rivalidad entre nosotros. Yo intento apoyarlo de la mejor forma, y me aseguraré de que esté aún más tranquilo porque la calma, bajo presión, es una de las cualidades más importantes para un portero”.
La relación entre ambos, dice Szczesny, le recuerda a la que vivió en la Juventus con Gianluigi Buffon. Aprender del maestro y luego devolver la mano. El polaco lo resume como una obligación moral con Joan. En clave competitiva, el dato que circula en la ciudad condal ofrece un ancla de confianza adicional, pues Szczesny mantiene un 100% de victorias ante el Real Madrid desde que viste de azulgrana.
Regresos esperados en el frente de ataque azulgrana y la duda de Dani Olmo
Hansi Flick espera buenas noticias en el último tercio. La previsión es recuperar tras el parón a Raphinha, Fermín López y Lamine Yamal, tres piezas que oxigenan banda, creatividad y profundidad. Aun así, el técnico debe lidiar con otro contratiempo, ya que Dani Olmo abandonó la concentración de España por una lesión muscular en la pierna izquierda que lo convierte en duda para el Clásico.
Según el parte federativo, Olmo llegó con signos de fatiga, evolucionó con tratamiento y dosificación, pero volvió a sentir molestias en el entrenamiento y las pruebas confirmaron la lesión. Barcelona realizará más estudios, y de momento se da por hecho que se perderá los duelos ante Girona y Olympiacos. Para el Clásico, su estatus es de incógnita, justo cuando Flick podría estar también sin otras opciones de mediapunta.
El carril derecho del Real Madrid entre algodones y la carrera contra el reloj
El costado derecho blanco es otro foco determinante. Xabi Alonso no ha podido contar recientemente con Trent Alexander-Arnold ni con Dani Carvajal por sendas lesiones, aunque ambos encaran la recta final de sus recuperaciones. Si nada se tuerce, alguno podría llegar a tiempo, lo que elevaría el techo competitivo de la banda y del equipo.
Mientras tanto, Federico Valverde y Raúl Asencio han ocupado esa demarcación, un parche que habla de espíritu colectivo y versatilidad. En el caso de Trent, marcado por una rotura en el isquiotibial a mediados de septiembre, no se descarta incluso un regreso previo en los compromisos de preparación ante Getafe o Juventus. Carvajal, lesionado en el derbi, también aprieta para sumarse justo a tiempo. Lo que está claro es que el Real Madrid sería mejor con cualquiera de los dos disponibles para medirse al Barça.
Lo que dice la pizarra sobre el Barcelona y cómo atacarlo
El parón encontró a los de Flick con dudas tácticas. La derrota 2-1 ante el PSG en casa, sumada al mal día en Sevilla, expuso lagunas defensivas que un rival directo podría explotar. Michael Carrick, hoy observador técnico de UEFA, desmenuzó cómo el cuadro parisino hizo daño a la estructura culé.
“Hubo mucha atención en presionar hacia delante y recuperar ahí, pero el lado negativo es que hay mucho espacio detrás y a lo largo de la línea defensiva. Es genial si robas arriba o si el rival insiste en jugar a los pies, pero quedas expuesto ante un equipo que está feliz de correr y pasar menos”.
Gonçalo Ramos amplió esa guía táctica con un gesto de delantero. Inspirado en un movimiento de Harry Kane, partió en posición adelantada para descolocar a los centrales del Barça y, tras el desmarque del extremo en carrera, habilitar su propia posición legal antes de definir. Esa secuencia, repetida por el PSG, ofrece a Kylian Mbappé una pista mayor sobre cómo castigar la defensa adelantada culé en el Bernabéu.
La otra cara del Madrid y el riesgo de la imprevisibilidad
Madrid también enseña grietas cuando la partitura se rompe. La reciente goleada sufrida ante el Atlético, un 5-2 que sorprendió por la claridad del castigo, brotó de ataques veloces que encontraron huecos serios en su retaguardia. Xabi Alonso ha buscado ser imprevisible con rotaciones y ajustes constantes, pero ese intercambio de piezas puede perturbar las conexiones finas entre líneas.
Los futbolistas suelen crecer cuando repiten sociedades y automatismos. Si el carrusel no se detiene, aparece la confusión. Flick, atento a ese detalle, puede encontrar donde golpear, identificando zonas donde las sinergias de Madrid no están tan asentadas. El equilibrio, como casi siempre, será la clave.
La calma como virtud y el espejo de Buffon
Volviendo a la historia humana de esta previa, la figura de Szczesny entrega un mensaje que trasciende la táctica. Al evocar a Buffon, su ídolo, el polaco subraya el valor de observar, aprender y sostener al compañero. No es un arrebato de modestia, sino una filosofía de portería que pone la serenidad por encima del protagonismo.
“Concentrarse cada tres días y jugar 60 partidos al máximo” fue el estándar que describió sobre el reto mental de Joan. Allí, en esa gestión del ruido, también se jugará parte del Clásico. Una estirada vale un gol, pero el semblante de quien la ejecuta, en medio del rugido, vale un estadio.
Claves del partido en tres frentes
- La altura de la zaga del Barcelona y la velocidad de los desmarques del Real Madrid,
- El carril derecho blanco con la posible vuelta de Trent o Carvajal y el ajuste de roles si no llegan,
- La portería culé con Szczesny y su liderazgo sereno mientras Joan García apura su recuperación.
Lo que espera el Bernabéu y lo que necesita el Barça
El Madrid llega con la inercia y un ligero favoritismo, fortalecido por un liderato que sostiene su confianza. La incógnita en el lateral derecho puede resolverse a tiempo y, de hacerlo, reforzará una estructura que sufre menos cuando reconoce a sus dueños de banda. Aun así, la herida del derbi sirve de aviso, porque un partido roto a veces no admite pronóstico.
El Barcelona, mientras tanto, deberá blindar su espalda sin renunciar a su idea. Si su presión alta se convierte en trampa, el castigo será instantáneo. La recuperación de Raphinha, Fermín y Lamine Yamal devuelve chispa y variantes, pero la ausencia confirmada de Joan y la duda de Olmo obligan a administrar cada posesión con cabeza. En un Clásico, cada transición escribe destino.