Deporte

Real Madrid vs Rayo Vallecano empate con polémica y lesiones

El derbi entre Real Madrid vs Rayo Vallecano terminó sin goles en un mediodía soleado y tenso en Vallecas, con un empate que dejó más preguntas que respuestas para el líder de LaLiga. Entre la frustración por las ocasiones fallidas, la polémica por penaltis no señalados y un parte médico que obliga a estar alerta, el punto tiene sabor indefinido para los de Xabi Alonso.

El equipo blanco firmó su segundo partido consecutivo sin marcar tras la derrota en Anfield, y lo hizo en un estadio que vuelve a atragantársele. Son ya cuatro temporadas seguidas sin victoria en Vallecas, un dato que subraya lo que muchos repiten a puertas cerradas, allí nunca es un trámite.

Un empate que pesa en el liderato

La igualada en Vallecas es solo el segundo tropiezo del Real Madrid en LaLiga esta temporada, una señal de que los líderes son consistentes pero no invulnerables. La tarde dejó además una derivada de la clasificación que no es menor, la ventaja blanca podía reducirse de cinco a tres puntos si Barcelona lograba imponerse a Celta en Balaídos.

Aun así, sumar fuera en un campo siempre áspero tiene lectura pragmática para el grupo. La grada local empujó y Rayo Vallecano se sostuvo con oficio, una versión que anuló gran parte del peligro madridista durante muchos minutos.

El partido en dos actos

El primer tramo fue de vaivén, con Rayo amenazando en carreras verticales y Real Madrid respondiendo con chispazos aislados. Andrei Ratiu obligó a una intervención cómoda de Thibaut Courtois, mientras que en el otro área Augusto Batalla voló para negar a Vinicius Junior una ocasión clarísima a quemarropa.

En la reanudación, el equipo de Vallecas pareció más cerca del golpe. Unai López probó sin fortuna y Álvaro García dispuso de una oportunidad franca que se marchó sin premio, un suspiro largo de la grada que mantuvo el aliento hasta el final, cuando el electrónico ya parecía encaminado al 0-0.

Las decisiones que encendieron el debate

El foco terminó sobre el árbitro y el VAR. En la primera mitad, Pep Chavarría y Jude Bellingham se enredaron dentro del área y, según el excolegiado Eduardo Iturralde González citado por Diario AS, debía haberse señalado penalti al Real Madrid por sujeción que impidió al inglés armar el disparo.

En el tramo final, Kylian Mbappé reclamó otra pena máxima tras un nuevo choque con Chavarría que tampoco prosperó. La reacción de Real Madrid TV fue furiosa contra el colegiado Martínez Munuera y el responsable de la sala, Jorge Figueroa Vázquez, con un mensaje contundente que marcó el pospartido.

Figueroa Vázquez tiene un historial importante de errores en la misma dirección… Real Madrid no jugó bien, pero Barcelona llegó a Vallecas y en lugar de cometer estos errores contra ellos, el VAR está roto… No sabemos si dejó de funcionar… Hubo un penalti pitado contra Lamine Yamal, y el de Mbappé es más claro… Lo de hoy no tiene justificación… Estás impartiendo injusticia… Martínez Munuera y Figueroa Vázquez son hijos del régimen Negreira… Se ve con las imágenes.

La lectura de Xabi Alonso y sus decisiones

El técnico blanco admitió que el duelo en el sur de Madrid sería una cuesta arriba, y el guion confirmó la previsión. “Estábamos preparados para un partido exigente… Rayo te exige mucho… No es una falta de intensidad”, resumió, insistiendo en que el equipo se sostuvo atrás pero que en las transiciones no consiguió desnivelar.

Tras el 1-0 en Anfield, Alonso negó que el problema fuera emocional y mantuvo la hoja de ruta al ritmo de LaLiga. “Tras Anfield queríamos un partido para llevarlo a donde queríamos… En la segunda parte pudo pasar cualquier cosa… Hoy no pudimos conseguir la victoria”, declaró, con la serenidad de quien no pretende gestar un incendio en noviembre.

En la pizarra, una decisión sobresalió. Trent Alexander-Arnold no fue titular pese a lo esperado y Fede Valverde repitió como lateral derecho. “Fede estaba bien antes del partido… Trent necesita un poco más de tiempo”, explicó Alonso, una apuesta que el destino condicionó con la lesión del uruguayo en el tramo final.

Las notas y los nombres propios

Más allá del 0-0, el rendimiento individual dejó pistas claras. El plan ofensivo se cargó a la izquierda con Vinicius Junior, pero la maraña rayista restó filo a cada tramo de aceleración, mientras que Mbappé apenas pudo conectar con el juego y solo probó una vez a portería, una síntesis de su tarde difícil.

  • Arda Güler volvió a ofrecer señales de talento con una actuación notable y personalidad entre líneas,
  • Jude Bellingham vivió un día discreto, maniatado en espacios intermedios y protagonista de una acción polémica dentro del área,
  • Álvaro Carreras fue el mejor defensor visitante y sostuvo su banda ante un rival incisivo como Jorge de Frutos.

En la zaga, Dean Huijsen vio una amarilla temprana y fue sustituido al descanso para evitar males mayores, una gestión que acomodó Eder Militao en el segundo tiempo. Raúl Asencio sufrió al inicio pero mejoró con el ajuste, un ejemplo de cómo el encuentro exigió templanza más que brillantez en el eje.

En portería, Courtois respondió con sobriedad a la arrancada de Ratiu y vivió un encuentro de vigilancia más que de intervenciones, una tarde donde la estructura defensiva sostuvo el plan con la ayuda de Camavinga en la medular.

El parte médico y el parón como aliado

La cara amarga llegó en el 83, cuando Fede Valverde pidió el cambio con molestias. Según Diario AS, el uruguayo arrastraba incomodidades desde Anfield y sufre un problema en isquiotibiales y aductor que será evaluado con pruebas médicas, aunque el parón de selecciones se percibe como ventana favorable para que no se pierda partidos de club.

También Thibaut Courtois acabó con molestias en el muslo y se someterá a exámenes en las próximas horas. Aún no está claro si podrá participar con Bélgica, que tiene compromisos de clasificación mundialista ante Kazajistán y Liechtenstein, un matiz que el Real Madrid observará con cautela dada la importancia del belga en el tramo que viene.

Tras el parón, el líder volverá a escena con una visita a Elche. En el cuerpo técnico cruzan los dedos para recuperar a todos al cien por cien, consciente de que cada salida es un termómetro en una Liga que no concede treguas.

Lo que deja el 0-0 en Vallecas

El Real Madrid encadena dos partidos sin marcar y la estadística abre interrogantes sobre el frente de ataque. Xabi Alonso, sin embargo, no encendió alarmas y habló de una evaluación partido a partido, una filosofía que intenta aislar los baches coyunturales de crisis más profundas.

La tendencia reciente en Vallecas no miente y ya se volvió patrón, cuatro temporadas sin ganar allí, un dato que explica la mezcla de desazón y alivio por el punto. Rayo Vallecano volvió a competir con intensidad, ganó duelos en zonas calientes y construyó un contexto frenético que incomodó a los de blanco, la otra cara de un torneo donde cada estadio tiene su propio idioma.

Claves tácticas del empate

  • Rayo desactivó líneas de pase al primer toque y cerró el carril central,
  • Real Madrid no encontró continuidad en las transiciones y su mejor filo llegó en la banda de Vinicius,
  • la gestión de riesgos atrás tras el descanso con la entrada de Militao estabilizó el tramo final.

El planteamiento de Alonso apostó por sostener sin balón y golpear al espacio, pero la ejecución quedó a medias ante un rival que encadenó esfuerzos para negar giros y tiros limpios. Cuando el intercambio pedía un detalle, la última decisión se fue diluyendo, un síntoma que se explica por volumen de duelos e imprecisiones más que por una cuestión de ímpetu.

Voces y sensaciones desde el césped

En la piel del partido se percibió tensión contenida y un tramo final con filo emocional. La lesión de Valverde encogió al banquillo y la entrada de Trent Alexander-Arnold, quien no estaba para iniciar, fue un parche obligado, una decisión que reafirma la prudencia de Alonso con los tiempos de su lateral.

La grada de Vallecas, una de las más volcánicas del campeonato, empujó hasta el último centro. Para el líder, marcharse con un punto en días así tiene doble lectura, sostiene la racha de fiabilidad competitiva y avisa de que aún hay engranajes por ajustar cuando el juego demanda claridad en el último pase.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *