Real Madrid vs Juventus triunfo y fe de Bellingham
En una noche de nervios y músculo competitivo, el Real Madrid vs Juventus dejó un 1-0 que sabe a oficio en la Champions League. Un gol oportunista de Jude Bellingham, nacido de una jugada eléctrica de Vinicius Junior, sostuvo la racha perfecta europea de los blancos en un Santiago Bernabéu que pasó del murmullo a la ovación cerrada.
El equipo de Xabi Alonso enlazó su tercera victoria consecutiva en la fase de liga de la Champions, un triunfo trabajado ante una Juventus resistente que obligó a los locales a navegar un primer tiempo espeso. Con el 1-0, el Madrid mantiene su 100% de eficacia en Europa y se coloca quinto en la clasificación de la fase de liga, por detrás de Paris Saint-Germain, Bayern Munich, Inter y Arsenal.
El plan de Xabi Alonso y las ausencias
La víspera ya había teñido de prudencia el guion. Xabi Alonso confirmó que no recuperaría a ninguno de sus cinco defensas lesionados para la visita de la Juventus, desactivando cualquier intento de acelerar retornos. Entre los ausentes se cuentan David Alaba, Trent Alexander-Arnold, Dani Carvajal, Antonio Rudiger y Dean Huijsen, un escenario que obligó a ajustar roles y a blindar el plan con Federico Valverde como lateral derecho de continuidad.
El técnico fue claro al advertir que Huijsen, Alexander-Arnold y Carvajal no llegarían a tiempo para este encuentro, con la mirada en que puedan entrar en la convocatoria del fin de semana. El equilibrio entre competir hoy y no hipotecar el mañana marcó cada decisión en la pizarra.
Un primer tiempo espeso y un muro llamado Michele Di Gregorio
La Juventus impuso un ritmo de partido incómodo desde el arranque. Orden, agresividad medida y bloque bajo para enfriar la circulación madridista. El Madrid generó poco en esos 45 minutos y solo halló una grieta nítida cuando Kylian Mbappe quedó mano a mano, pero se topó con el guardameta Michele Di Gregorio, que firmó una parada mayúscula y, a la postre, una actuación que sostuvo vivo a su equipo.
Ese tapón psicológico alimentó la confianza visitante y exigió al Madrid un cambio de marcha tras el descanso, con más ritmo, mejor ocupación de los espacios y la entrada en calor de los hombres diferenciales entre líneas.
El gol de Bellingham y la jugada de Vinicius
El partido cambió de pulso a la hora de juego. Vinicius Junior arrancó desde la izquierda, quebró caderas y, con la portería en la mira, estampó el balón en el poste. De ese rebote emergió Jude Bellingham, que atacó el espacio y empujó a la red su primer gol de la temporada, un premio a su insistencia y a su mejora de sensaciones tras su regreso posoperatorio.
El Bernabéu exhaló alivio. Era la confirmación de que el ajuste posdescanso surtía efecto y de que la sociedad entre los tres de arriba encontraba la jugada que no apareció en la primera parte. El gol fue simple en la ejecución y enorme en el contexto.
Courtois y Asencio sostienen el final
En el tramo final, con la Juventus apretando por el empate, aparecieron dos protagonistas de acero. Thibaut Courtois ganó un mano a mano a Dusan Vlahovic y evitó el 1-1, otra parada determinante en una noche de pulso fino. Ya en los últimos minutos, Raul Asencio lanzó una cobertura providencial dentro del área para bloquear un intento que olía a gol visitante.
Asencio terminó con calambres y obligó a que Alvaro Carreras cerrara como central, un parche más en una defensa en cuadro. Las alarmas se apagaron pronto, porque las primeras pruebas indicaron que lo de Asencio fue solo fatiga y que, salvo contratiempo, estará disponible para el fin de semana.
La lectura de Alonso
El técnico reconoció que su equipo fue de menos a más, que ajustó piezas y aceleró el ritmo para generar ocasiones con paciencia y sin perder el equilibrio. Subrayó que Courtois estuvo excelente y que el plan pedía trabajo, control emocional y aprovechar la oportunidad adecuada. También admitió el vértigo de una transición que dejó expuesto a Eder Militao, una acción en la que, como confesó, llegó a temer una expulsión.
“Fuimos de menos a más y con el ajuste tuvimos más balón y ritmo para generar ocasiones. Era un partido de trabajo y de no perder el equilibrio. Recé para que no expulsaran a Militao y apareció Thibaut.”
Sobre Bellingham, Alonso se mostró satisfecho por su actuación entre líneas y por el gol que desbloqueó el duelo. Un mensaje que encaja con el proceso de reencuentro del inglés con su mejor forma tras la operación de hombro.
Arda Güler dueño del ritmo y ovación
Más allá del gol, el Bernabéu señaló con una ovación a Arda Güler cuando se retiró en la segunda parte. El turco, fino en cada control y valiente para romper líneas, dejó números de élite que ilustran su impacto. Según datos de Sofascore, firmó 96 toques, 100% de regates completados, 97% de acierto en el pase, 100% en envíos largos, además de cinco centros precisos, siete pases clave, cinco duelos terrestres ganados y diez recuperaciones, una planilla que habla de control, creatividad y despliegue.
- 96 toques y 100% de regates completados,
- 97% de acierto en el pase y 100% en balones largos,
- 5 centros buenos, 7 pases clave, 5 duelos ganados y 10 recuperaciones.
Su actuación recibió también la confirmación del termómetro de la grada, que se puso en pie para despedirle. Güler está encadenando actuaciones convincentes y se ha convertido en un acelerador de jugadas por dentro, capaz de asociarse con Bellingham y de alimentar a Vinicius y Mbappe.
Calificaciones individuales y detalles que cuentan
Los apuntes del rendimiento individual refuerzan la narrativa del partido. Thibaut Courtois firmó una nota alta, con intervenciones clave que sostienen al equipo. En banda derecha, Federico Valverde volvió a cumplir como lateral, opción avalada por el cuerpo técnico mientras el parte médico no devuelva efectivos.
Raul Asencio respondió con una actuación seria y una acción salvadora al final, mientras Eder Militao alternó solidez con algún lapsus, un peaje lógico en un partido de tanta exigencia. Alvaro Carreras mantuvo el nivel alto en el lateral y Aurelien Tchouameni ofreció un desempeño suficiente, con llegada a zona de remate en el primer tiempo.
La defensa en cuadro y el alivio por Asencio
La situación defensiva del Madrid es un reto mayúsculo. A las bajas de Alexander-Arnold y Carvajal en el costado se suman las de centrales como Alaba y Rudiger, más la incertidumbre de Dean Huijsen. El escenario ha obligado a abrir el abanico de soluciones, desde Valverde en el lateral al emparejamiento Militao-Asencio como eje si Huijsen no logra el alta a tiempo.
Por eso, la confirmación de que lo de Asencio fueron calambres y no lesión cayó como una bocanada de aire fresco. Incluso Alvaro Carreras debió cerrar como central en los minutos finales frente a la Juventus, señal de que el equipo está dispuesto a competir con lo que haya, sin excusas.
Qué significa para la Champions y el fin de semana
El 1-0 deja cuatro victorias seguidas entre todas las competiciones y sostiene el pleno europeo. La fase de liga quiere consistencia, y el Madrid la está encontrando desde la solidez y el detalle que decanta los partidos grandes, incluso cuando el brillo no es constante.
El foco viaja ahora al Clásico en el Bernabéu. Los blancos se sienten con argumentos, aunque necesitan elevar el nivel respecto a lo mostrado ante la Juventus si quieren doblegar a su gran rival. El plan no contempla riesgos innecesarios con retornos apresurados, y la continuidad de Valverde como lateral derecho es una apuesta que gana peso en el corto plazo.
El contexto de la Juventus
Al otro lado, la Juventus compitió con orden y tuvo sus opciones. Vlahovic dispuso de la más clara, desactivada por Courtois, en una noche en la que Di Gregorio sostuvo a los suyos con varias manos de relumbrón. El conjunto italiano venía bajo presión por una racha de seis partidos sin ganar y con bajas sensibles como Gleison Bremer en defensa y Arkadiusz Milik en ataque, un condicionante que se notó en su plan conservador y en su margen de maniobra.
Aun así, el equipo de Igor Tudor se marchó con la sensación de haber peleado el marcador hasta el final. Y eso, en el Bernabéu, no es poco. El poso competitivo sigue ahí, pero la falta de colmillo en las áreas continúa penalizando a los bianconeri.
La microhistoria que explica un partido
Este triunfo no es solo un resultado, es una microhistoria de resiliencia y detalle. Un lateral improvisado que no desentona, un central que aparece donde quema para un bloqueo salvador, un portero que enmudece a un nueve de élite y una estrella que vuelve a sonreír con su primer gol del curso. El Madrid ganó porque aguantó cuando tocaba y golpeó cuando pudo.
El fútbol grande se decide en márgenes. Bellingham, Vinicius, Courtois y Güler escribieron los suyos. El resto fue oficio, paciencia y una grada que, entre el suspiro y el rugido, también jugó su partido.
Lo que viene
Con el objetivo inmediato cumplido en Europa, el Madrid vira hacia el Clásico con convicción y cautela. La expectativa es recuperar nombres para la lista y sostener la química que va tomando cuerpo. La Juventus, por su parte, necesita transformar su competitividad en resultados, una tarea que exige afinar la puntería y proteger mejor a su portero, que no puede ser héroe cada noche.
En la elite, los detalles marcan, y el Madrid se ha ganado el derecho a llegar al fin de semana con la inercia de una victoria que vale más que tres puntos. Es confianza, es identidad y es un recordatorio de que, incluso en noches sin alardes, hay equipos que saben encontrar el camino.

